Una ciudad inteligente convierte una zona urbana en un espacio dinámico y abierto. Las ciudades inteligentes son capaces de supervisarse y actualizarse constantemente según sea necesario. Muchos países han empezado a trabajar en el desarrollo de "ciudades inteligentes" con organizaciones estatales y privadas que se unen para desarrollar la tecnología necesaria. Los Emiratos Árabes Unidos (EAU) y Arabia Saudí son sólo dos ejemplos, y se espera que las inversiones en IoT de estos países aumenten 19% en 2019.
El Internet de los objetos (IoT) es la base sobre la que se construye una ciudad inteligente. La forma en que estas ciudades desarrollan las conexiones entre las personas es uno de los argumentos para su desarrollo y adopción. Se prevé que en 2020 habrá unos 500.000 millones de dispositivos conectados entre sí en todo el mundo. Corresponde a los operadores de telecomunicaciones ser capaces de proporcionar estas conexiones y gestionar los datos que proceden de ellas. Entonces, ¿por qué es tan importante desarrollar una ciudad inteligente? Bueno, más de la mitad (54%) de los habitantes del mundo viven actualmente en ciudades. Se prevé que en el transcurso de los próximos 25 - 35 años alrededor de 80% de la población mundial estará repartida en 600 megaciudades. Las ciudades inteligentes también contribuyen a fomentar la transformación digital.
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Los retos del desarrollo de ciudades inteligentes
Aunque las ciudades ya disponen de sus propias redes de comunicación eficaces gracias a las densas redes de sensores y a la tecnología de fibra, la comunicación sigue siendo un verdadero reto para el desarrollo de las ciudades inteligentes. Tanto en 2018 como en 2019 se ha hablado mucho de la tecnología 5G, y se especula con que en China ya se está desarrollando la 6G. Aun así, eso seguiría sin ser lo suficientemente rápido.
Además, las conexiones entre la infraestructura central y los sensores tienen que ser capaces de soportar varias aplicaciones. Los datos de los distintos dispositivos tienen que transferirse a -y desde- el almacenamiento en la nube y hay que garantizar la adquisición de datos. La información tiene que ser recopilada y analizada y trasladada a aplicaciones especiales. Sólo después de esto podrán utilizarla los habitantes de una ciudad inteligente.
Los beneficios de las ciudades inteligentes
Los sistemas de funcionamiento urbano de una ciudad inteligente podrán identificar patrones de vida dentro de la ciudad. Las autoridades podrán ver datos en tiempo real de IoT aplicaciones con el fin de optimizar y mejorar la vida de la ciudad inteligente. La aportación de los ordenadores ayudará a mejorar los servicios, impulsar la seguridad pública, disminuir la congestión y hacer que dichas ciudades sean en general más eficientes. Un gran ejemplo de cómo los ordenadores pueden mejorar la vida en las ciudades inteligentes es la aplicación de las farolas inteligentes. Estas luces pueden apagarse y encenderse dependiendo de cuántas personas/vehículos haya alrededor, lo que ahorra energía. También pueden utilizarse para identificar las plazas libres en los aparcamientos y agilizar así el proceso de estacionamiento. Los semáforos inteligentes son capaces de controlar el tráfico y optimizar su flujo.
Ya hemos visto la adopción de la próxima generación de sistemas de medición de gas, agua y electricidad. Ámsterdam contó recientemente con un programa que demostró la eficacia de la gestión de la energía solar y promovió la venta de la energía sobrante a la red central. En cuanto a la seguridad pública, las luces que disponen de visión por ordenador son capaces de enviar alertas sobre contaminación peligrosa y baches. La principal ventaja de vivir en ciudades inteligentes es el alto nivel de seguridad y protección. Con la adopción generalizada del IoT, la policía podrá utilizar sistemas IP para detectar delitos y atascos en toda la ciudad.
Un caso de aplicación de una ciudad inteligente
La ciudad de Condo, en Corea del Sur, fue diseñada para ser una ciudad inteligente. En cada centímetro cuadrado de la ciudad hay un cable de fibra óptica que mide el clima, el ocio, el consumo de agua y de energía. Incluso los niños están generando grandes datos. Llevan pulseras y sensores que facilitan su localización si se pierden. Esto presenta algunas ventajas evidentes. Condo tiene un consumo de energía mucho mejor y un sistema de transporte más ágil en comparación con otras ciudades y el gobierno puede hacer un seguimiento de la salud de los ciudadanos adultos, entre otras cosas.
Estos cambios en la vida urbana se están dejando sentir fuera de Corea del Sur. El conglomerado estadounidense AT&T anunció en abril una asociación con San José para desarrollar una amplia red que mejore la capacidad actual de información de voz y datos. Esto se hará al mismo tiempo que AT&T sienta las bases de su red 5G, que espera adoptar pronto en la ciudad.
Varios proveedores, entre ellos IBM y Cisco, demuestran cómo la sanidad, la educación, las infraestructuras de tráfico, los edificios inteligentes y los aparcamientos inteligentes pueden conectarse a un sistema de ciudad inteligente, así como el modo en que estos sistemas mejoran las cosas para la comunidad en general.